En los humedales de la tristeza
Cuando nadie te mira
Y solo estás,
La quietud de tu alma
Se asoma
Por los ventanales de tu cara.
Atraca tu barco en mi playa
Desciende de él y ven a mí
Que el oleaje nos envuelva
Con embates de sal y no de llanto.
Dibuja en mi piel
Un mapa,
Con tesoros escondidos.
Busquémoslos despacito,
Lentamente y con sentido.
Delinea mis volcanes
Desniveles y manantiales,
Trázalos pausadamente desde
La noche que recién nace
Hasta que el alba nos halle.